Aunque la casa es pensada
como el lugar de descanso y tranquilidad, pocas personas la aseguran ante
incendios, inundaciones, terremotos y robos; esto es preocupante, pues sólo en
Bogotá, 10 viviendas son asaltadas al día, según cifras del Centro de Análisis
en Convivencia y Seguridad Ciudadana de la Secretaría de Gobierno.
Sólo el 15 por ciento de los hogares colombianos cuentan con seguros ante eventos accidentales o climáticos (incendios, inundaciones, actos malintencionados de terceros y terremotos), y tan solo una parte de estos asegurados incluyen dentro de sus pólizas coberturas que los protegen ante robos, responsabilidad civil y daños a equipo eléctrico y electrónico, según indica Fasecolda.
Estas cifras son
preocupantes puesto que Colombia es un país con alto riesgo sísmico en ciudades
como: Cali, Pereira, Manizales, Armenia y Popayán; con recurrentes inundaciones
en municipios de la Costa Atlántica y de los Llanos Orientales y múltiples
incendios forestales en los departamentos de Antioquia, Boyacá, Santander,
Cesar y la Guajira.
Accidentes caseros como
incendios por veladoras prendidas junto a líquidos inflamables y cortos
circuitos por fallos en las instalaciones eléctricas, son otras situaciones que
se dan en su mayoría en barrios populares donde la falta de dinero limita la
inversión en infraestructura.
De otra parte están los
atracos a viviendas. Según la Policía Nacional, los delincuentes acuden en su
orden a técnicas como la violación de cerraduras, llaves maestras, ingreso por
ventanas, atracos y llamadas millonarias, para irrumpir en los hogares o
engañar a empleadas de servicio o uno de sus habitantes logrando sustraer
objetos de valor de las casas.
“Usualmente encontramos
casos en los que las personas acuden a la administración de su conjunto
residencial para solicitan que les paguen por los seguros de copropiedades que
adquirieron, sin embargo, estas pólizas aseguran las áreas comunes y no
los bienes particulares de cada uno de los residentes” agrega Juan Mario
Acevedo.
Seguros para hogares
Los seguros para hogares
pueden ser adquiridos por el propietario del inmueble o el arrendatario de la
siguiente manera:
- Propietario
que habita. Puede asegurar el inmueble y los contenidos
- Propietario
que no habita. Asegura el inmueble
- Arrendatario. Asegura
los contenidos
Para asegurar una vivienda,
el propietario debe suministrar el valor asegurable del inmueble, el cual
corresponderá al valor de reconstrucción; nunca se debe tomar el valor del
avalúo catastral. Para asegurar los contenidos de un inmueble, también se debe
suministrar el valor de reposición de los mismos, discriminando entre muebles y
enseres, equipo eléctrico y electrónico, joyas y obras de arte.
El valor de
reconstrucción es la cantidad de dinero que exigirá la reconstrucción de
un inmueble en las mismas condiciones del predio asegurado; el valor de
reposición a nuevo corresponde al valor que exigirá el remplazo de un bien
equivalente al asegurado, de la misma clase, marca, especificaciones y
capacidad.
Los seguros para vivienda
se componen de amparos básicos y adicionales:
Los amparos básicos son: incendio:
explosión, daños por agua, huracán, humo, vientos fuertes, caída de granizo,
impacto de rayo, ciclón y actos de autoridad; Terremoto: temblor,
terremoto, maremoto y erupción volcánica; y actos malintencionados:
asonada, motín, huelga, terrorismo, conmoción civil, actos de autoridad
legítima y actos malintencionados de terceros.
Los amparos
adicionales son: Sustracción con o sin violencia, Daño de equipos
electrónicos o eléctricos, Responsabilidad civil extracontractual:Cubre
los daños materiales causados a terceras personas y de los cuales sea
responsable el asegurado, Asistencia Domiciliaria: Servicio de
profesionales en electricidad, cerrajería, plomería, rotura de los vidrios,
lavado de alfombra, instalaciones de gas, deposito y custodia de bienes,
gastos de mudanza y celaduría-, e) Todo riesgo de contenidos
especiales -cubre el hurto y la pérdida de contenidos especiales fuera del
predio.
Este tipo de seguros tienen
una vigencia de un año renovable y pueden ser adquiridos por medio de las
aseguradoras, corredores de seguros o a través de la inmobiliaria.
Cuidado con los seguros
hipotecarios
Cuando se adquiera una
vivienda a través de un crédito hipotecario, la entidad financiera incluye
dentro de las cuotas el seguro de incendio deudores, sin embargo, el
propietario debe verificar sus coberturas, pues la mayoría de estas aseguran la
infraestructura por el valor de la deuda. Es decir, si su vivienda está
hipotecada y es víctima de un desastre catastrófico que la destruye total o
parcialmente, el seguro cubre el dinero que usted le debe al banco, pero no el
costo total de reconstrucción de la vivienda ni de los contenidos. De esta
forma usted quedará libre de la deuda con el banco. Por eso las aseguradoras y
corredores de seguros reiteran que es mejor que pregunte bien sobre las
características de su seguro para no llevarse sorpresas desagradables.
“El costo del seguro de la
vivienda es menor al valor de todo lo que la persona está protegiendo: su casa,
contenidos y su patrimonio. Muchas personas suelen trabajar para ofrecer un
techo para su familia, pero ¿qué tanto lo están blindando?” puntualiza el
presidente de Correcol, Juan Mario Acevedo, quien precisa que el mercado ofrece
alternativas favorables para la protección de su vivienda, al alcance de los
consumidores.
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