La contratación estatal permanece en el ojo
del huracán por los múltiples escándalos que se vuelven rutinarios en los
noticieros y periódicos, y que dejan en evidencia múltiples debilidades en
los procesos de contratación pública. Myriam Pérez, Senior Manager de Ernst
& Young, hace una lista de las debilidades del sistema de contratación
pública en el país:
· Uso
de los mecanismos de contratación de carácter excepcional, como son las
declaratorias de urgencia manifiesta o la contratación directa, desvirtuando
así la participación abierta.
· Actos
de adjudicación que no cuentan con todos los elementos de control requeridos.
· Gestión
inadecuada de los contratos, por ejemplo la vinculación de recursos humanos que
no cuentan con experiencia en manejo de proyectos, establecimientos de
objetivos poco claros, contradictorios o cambios en los objetivos durante la
ejecución del contrato, falta de preparación de la organización para recibir el
cambio, ejecución de pagos sin el debido sustento.
· Omisión
o uso arbitrario de poderes discrecionales del contrato, como en el caso de
multas, incumplimientos, o pólizas.
· Liquidación
inadecuada o inoportuna de contratos.
Para cerrar el ciclo de debilidades, una de
las soluciones es vincular a terceros
dentro del proceso de contratación a través de la ejecución de un servicio de
interventoría que cuenta con varias clases, algunas de ellas más
apropiadas para evitar que se materialicen riesgos en la celebración de
contratos y en la ejecución de éstos, cuidando el patrimonio de la nación.
La misión del interventor es efectuar
validaciones técnicas y administrativas que permitan comprobar que los bienes
y/o servicios entregados por el contratista cumplan con las especificaciones
definidas en el contrato.
No obstante, las empresas del sector
público suelen contratar estos procesos de interventoría, cuando ya se han
celebrado los contratos, por lo que es imposible detectar posibles anomalías u
oportunidades de mejora en la celebración de los mismos.
Ahora bien, los procesos de interventoría
pueden ejecutarse desde diferentes enfoques:
· Interventoría
integral - administrativa, financiera, técnica y legal: incluye
actividades de planeación, selección, legalización del contrato, monitoreo y
desempeño de la ejecución de contrato, gestión documental del contrato, velar
por la Confiabilidad de información (última versión de entregables, soportes de
pagos, prórrogas, entre otros) y efectuar el cierre del contrato.
· Interventoría
administrativa, financiera, técnica y legal de un contrato ya celebrado: este
es el tipo de Interventoría que más es utilizado en este momento, inicia una
vez se ha celebrado el contrato y se basa en efectuar actividades de
verificación y validación de la adecuada ejecución del contrato hasta su
cierre.
· Ejecución
simultánea de una Interventoría administrativa, financiera y legal realizada de
forma independiente a una Interventoría técnica: esta es una nueva modalidad
que se está empezando a implementar en Colombia y es contar con interventorías
especializadas que apoyen una adecuada ejecución contractual, en la cual e
realiza una Interventoría técnica con una empresa especializada en el tipo de
contrato que se está celebrando (infraestructura, seguridad industrial,
implementación de sistemas) y se realiza la interventoría administrativa,
financiera y legal al contrato celebrado con una empresa diferente,
especializada en temas de control, gestión de proyectos y administración de
riesgos contractuales.
El ejecutar este tipo de interventorías le
permite a la Entidad tener un doble control en la ejecución de su contrato, sin
incurrir en costos adicionales debido a que cada interventor es especialista en
su tema, lo cual es más efectivo, y el costo de la interventoría se puede
dividir entre cada una de las empresas que proveen dichos servicios.
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