En
1887, William Grant, un antiguo empleado contable, fundó junto a sus 9
hijos – 7 varones y 2 mujeres su propia destilería. Hoy 127 años
después, la historia del whisky de malta más vendido y premiado del mundo
se sigue escribiendo de la mano de la misma familia tras 5 generaciones.
Instalada
en el Valle del Ciervo, la destilería de Glenfiddich produce
anualmente el 35% del whisky de malta que se consume en el mundo y está
presente en 180 países.
Madurado
en barricas roble americano y jerez que le otorgan su
característico color cobre, Glenfiddich se destaca por
su aroma a crema de vainilla, manzana, pera y una leve
sensación de flores frescas. En el paladar tiene
un gusto endulzado a miel, con un toque a chocolate, café y un
dejo de humo de leña, que lo hace irresistible para los amantes de esta
bebida escocesa.
En
la actualidad, Brian Kinsman es el Master Malt; y la sexta
persona en ocupar este cargo en la compañía, bajo su
responsabilidad está el que cada gota de whisky que se destile
mantenga el sabor y la calidad que ha convertido el producto en el más premiado
y vendido de su categoría.
Prueba
de esto son algunos reconocimientos como el Oro al mejor de su categoría
obtenido en el 2011 por el Glenfiddich 12,18, 21 y 30 años en
el Wine & SpiritsCompetition, Oro en el
“Scotch Whisky Masters 2012, para Glenfiddich 21, 30 y 40
años, entre otras distinciones conquistadas hasta la fecha.
Como
consecuencia de su éxito, en
Colombia crece a diario el número de fanáticos de este whisky, que para captar
adeptos tiene como mejor carta de presentación su larga historia de tradición y
prestigio representada en sus botellas de 12, 15,
18 y próximamente 21 años, disponibles en el mercado nacional.
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