Después del cambio de alimentación y
rutinas inherente a las fiestas de fin de año, ya sea porque las familias
viajan o por las innumerables reuniones sociales propias de esta época, es muy
común que se presenten problemas gastrointestinales, alteraciones en el estado
de ánimo, tendencia a la depresión, ira, sed, sudar más de la cuenta, aumento
en el número de evacuaciones, alteraciones del sueño, fatiga, cansancio crónico,
episodios más frecuentes de infecciones respiratorias, cansancio muscular,
lesiones en la piel, alteraciones en la visión, la audición o el ciclo
menstrual.
Muchos de estos síntomas se producen por
la exposición que tiene el ser humano a las toxinas del medio ambiente de
manera rutinaria. Si bien esta exposición es permanente, las vacaciones de fin
de año suelen ser un período en el que nos exponemos más a agentes extraños en
nuestro cuerpo por los cambios en los hábitos alimenticios, los excesos, trasnocho
y en el lugar de estadía.
Por eso, uno de los mejores momentos del
año para iniciar un proceso de detoxificación es enero y febrero. Como explica Liliana Pardo Garnica, médica cirujana de la Universidad del
Rosario, especialista en Terapéuticas Alternativas y Farmacología Vegetal de la
Universidad Juan N. Corpas, hay una tendencia en las redes sociales a promover
el detox del ayuno, el detox de los jugos verdes, el detox mental… “Pero la
detoxificación no es dejar de comer y tampoco se logra con éxito solo tomando
jugos o agua, se necesita realizar un tratamiento en el que se restablezca el
proceso natural de biorregulación del organismo”, señala.
Para lograr una mayor efectividad, se
deben atender los síntomas de manera integral. “La medicina bioreguladora recomienda
un proceso completo de detoxificación sobre los principales órganos de
eliminación, que involucra la parte digestiva, hepática, linfática, renal y
cutánea, a través de medicamentos homeopáticos naturales multi objetivo como
Detox - Heel”, explica Carolina Mejía, médica especializada en medicina
biológica, integrante del cuerpo médico-científico de Heel Colombia.
Los beneficios
El beneficio más evidente de hacer una
detoxificación profunda es que las personas duermen mejor y tienen mejor
digestión. Si se trata de pacientes con enfermedades crónicas, “se estabiliza
su patología y pueden llegar incluso a requerir menos consumo de medicamentos
crónicos”, explica la doctora Liliana Pardo, quien señala que uno de los
beneficios que tiene el tratamiento con Detox Heel es que no alteran o
intervienen la acción de otros medicamentos.
Una buena rutina al iniciar el año es
liberar al cuerpo de las toxinas presentes en el medio ambiente y que
lentamente se pueden ir acumulando. Como
parte de un estilo de vida saludable, los especialistas recomiendan hacer una
detoxificación cada trimestre o mínimo 3 veces al año, que ayuden a los órganos
de eliminación del cuerpo a reducir la sobrecarga a la que están expuestos y
así la posibilidad de posibles consecuencias a futuro.